La seguridad financiera es algo a lo que todos aspiramos, pero es más fácil hablar de ello que lograrlo. Tal vez vives por tu cuenta y estás administrando tus facturas por primera vez. Quizás estás tratando de salir de deudas. O podrías estar enfrentando gastos inesperados que han cambiado tu presupuesto. Cualquiera que sea el caso, no eres la única persona que pasa por una inestabilidad financiera. Y cuando estás en medio de esta inestabilidad, puede sentirse como si todo fuera muy complicado y difícil de cambiar.
Lo bueno es que cualquiera puede llegar a lograr un buen estado financiero otra vez. Solo se necesita disciplina, paciencia y un plan claro. Utiliza la lista a continuación para iniciar tu camino hacia un mejor bienestar financiero. Date un mes para revisar los puntos a continuación y cambiar tus hábitos. Proponte completar algunas tareas cada semana. Haz que el ímpetu que desarrolles durante ese mes te sirva como el cimiento para un futuro financiero más brillante y una seguridad financiera duradera.
Decide qué te motiva
Toda historia de éxito empieza con una razón para creer. Antes de iniciar tu inventario financiero, enfócate en tus motivaciones personales.
- Establece tus metas: ¿Estás tratando de disminuir tu deuda? ¿Ahorrando para un viaje importante? ¿Creando un colchón de seguridad? Escribe tus tres metas principales. Priorízalas en orden de importancia (o urgencia).
- Añade un propósito a tus prioridades: Al lado de cada una de tus metas, completa lo siguiente: “Cuando alcance esta meta, me sentiré _____ porque podré _____.” Asociar un sentimiento deseado que tu meta te ayudará a alcanzar es una poderosa manera de mantenerse enfocado.
Registra tus gastos
Mantén un promedio mensual continuo de las categorías a continuación. Asegúrate de no gastar más de lo que ganas.
- Calcula los gastos mensuales: Incluye tu alquiler o hipoteca, seguro de salud/auto/negocio, servicios públicos, etc.
- Suma los cargos anuales de administración de cuentas Incluye cuentas de cheques, de ahorros, de inversiones, tarjetas de crédito, etc. Divide todo por 12 para conocer el monto que necesitas cada mes.
- Anota otros gastos anuales: Estos pueden ser licencias, servicios de alojamiento web, preparación de declaraciones fiscales y suscripciones con renovación anual. Divide por 12 para calcular el gasto mensual.
- Resume los gastos mensuales: ¿Cuánto gastas al mes en alimentos, gasolina, estacionamiento y entretenimiento? Una revisión de los últimos cuatro a seis meses (revisa tus recibos, estados de cuenta bancarios y de tarjetas de crédito) puede abrirte los ojos y es útil para decidir dónde empezar a realizar cambios.
Desglosa tus deudas
Agrega los totales mensuales a continuación a tu total de gastos continuo. Piensa si refinanciar o consolidar deudas te pudiera dar algo de espacio para respirar.
- Calcula tu deuda total: Incluye préstamos de autos, saldos de tarjetas de crédito y de comercios minoristas, préstamos estudiantiles, préstamos empresariales, líneas de crédito e hipotecas.
- Agrega algunos detalles sobre la deuda: Al lado de cada punto, registra lo siguiente para fines de seguimiento: pago mensual mínimo, tasa de interés y fecha estimada de liquidación.
Evalúa tus activos
Los activos y tus ingresos compensan tus gastos. A menudo es más fácil recortar gastos que agregar ingresos, pero es posible que puedas obtener más ingresos con un segundo empleo o si vendes objetos valiosos que ya no necesites.
- Calcula el promedio de tus ingresos mensuales antes de las deducciones tributarias: Incluye trabajos esporádicos, trabajo extra, trabajos tipo “gig” por cuenta propia, manualidades o arte que vendas en mercados o en línea.
- Haz una lista de tus cuentas de ahorros y de inversiones: Suma el total de los saldos actuales en cada una de esas cuentas (jubilación/pensión, inversiones, etc.).
Empieza a actuar
Aquí es donde comienzan las verdaderas responsabilidades de adulto. Estás desarrollando hábitos sanos que con el tiempo darán lugar a prosperidad y bienestar financiero. ¡Felicitaciones!
- Monitorea tu progreso: Mantente al tanto de adónde va tu dinero y cuándo lo recibes*, y podrás tomar decisiones de acuerdo con la realidad de tus finanzas y no con algo que recuerdas de la semana pasada o con algo que esperas para el próximo mes. *Las aplicaciones como la aplicación móvil de U.S. Bank pueden automatizar la mayor parte de este proceso, organizando tus gastos e ingresos en categorías. Algunas aplicaciones hasta te ofrecen una vista previa de las facturas mensuales por venir para que puedas planear con antelación.
- Comprométete a ahorrar para el futuro: Establece una meta de ahorros responsable y razonable cada año para cada una de las siguientes categorías: fondo de jubilación, fondo de emergencia, reducción de deudas y compras mayores. Luego, divide cada uno por 12 y aparta este monto mensualmente en una cuenta de ahorros para evitar aprietos al final del año.
- Configura el pago automático de facturas (o alertas en tu calendario): Deja de desperdiciar dinero en cargos por pagos atrasados y cargos por intereses. Además, agrega protección contra sobregiros y/o alertas a tus cuentas.
- Haz uso de paquetes de servicios: Las compañías de servicios públicos y de telecomunicaciones a menudo pueden ahorrarte dinero al combinar sus servicios en paquetes, pero casi siempre tienes que solicitarlo.
- Revisa tus hábitos de gastos y de deudas: Reflexiona sobre seis a ocho de tus hábitos de gastos y de deudas que no sean saludables (o que sean posiblemente riesgosos). No juzgues; simplemente anota todo. Por ejemplo: “Utilizo tarjetas de crédito para cosas que realmente no necesito”, “Gasto cuando me siento estresado o triste” o “Derrocho en cosas para las cuales no tengo presupuesto”.
- Comprométete a alcanzar un bienestar financiero: Promete reemplazar cada uno de tus hábitos no saludables por un comportamiento positivo. Crea hábitos que desees mantener y que se adapten a tu visión a largo plazo. Por ejemplo: “Gasto menos de lo que gano”, “Pago completamente mis saldos de tarjetas de crédito cada mes” o “Priorizo reducir deudas y ahorrar sobre realizar compras innecesarias”. Repetir estas frases o hasta escribirlas en una nota adhesiva donde las puedas ver a menudo puede ayudarte a mantenerte en camino para el futuro.
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